Plegaleando por ahí, todos los días se ve una nueva obra, bueno eso de una nueva obra es un decir, son obras antiguas que al parecer se eternizan… como la ciudad, eterna.
Nos estamos acostumbrando tanto a ésta rutina, que ya nos parece normal encontrar un obstáculo en nuestro recorrido habitual, cruces, calles, plazas, aceras, carriles-bici, etc…, tanto que, en algunos casos, viandantes, ciclistas, moteros y conductores, compartimos el mismo espacio físico, y eso a mi modo de entender, no es normal. Y que conste que soy uno de los pocos que me gustaría que se compartiera ese espacio, pero lo que no puede ser, no puede ser. Volviendo al tema de las obras, yo entiendo que están dando un respiro al sector de la construcción, (recordar que se están haciendo con fondos de ayuda), pero lo que no se puede convertir un respiro en la forma natural de respirar… que es lo que está sucediendo en Sevilla. Las obras están por todas partes y lo que es peor, las vallas…las mil y una vallas, no es un cuento, pero se le parece. Igual que Sherezade, la constructora Conacon del grupo Sando, nos va colocando una tras otra, al lado, detrás, delante… y al igual que la de los cuentos, nos va alargando día a día nuestra desesperación… También al igual que en el cuento, están los cuarenta (presuntos) ladrones, a Ali Babá no lo tenemos catalogado, todavía, pero hay muchos candidatos… Los presuntos “apandadores”, son las sub…sub…sub… (no me he encasquilado) subcontratas que en colaboración con la empresa adjudicataría se están poniendo las “botas”, ahora vienen con el “cuento” de que hay que aumentar las partidas si se quiere que se pinten los carriles y se señalicen…, para lo cual y ante la negativa del Ayuntamiento en aumentarlas, nos convierten a todos los sevillanos en víctimas de estos “sherezades”, que hoy te ponen una valla allí, otra acá… y no se termina nunca, si no, sólo hay que darse una vuelta por la calle Luís Montoto, donde yo hubiera propuesto que los bordillos de las aceras, fueran de “quitaypon”, ya que se han cambiado desde antes de Navidad, en algunos casos, hasta tres veces, con su consiguientes vallas reglamentarias…vamos un chantaje en toda regla hacia los ciudadanos y al propio Ayuntamiento.
Bueno una cosa si es positiva de esto de plegalear por ahí, he encontrado el “nido” de las vallas, eso sí, protegidas… ¡¡ AUTOPROTEGIDAS POR ELLAS MISMAS !!, ya que el recinto se encuentra totalmente vallado.
Seguiremos escuchando las Mil y una…¿Vallas?
Impresionante!
ResponderEliminarMe recuerda a un carril bici de Barcelona que algún dia fotografiaré (queda fuera de mis rutas habituales) que acaba directamente, sin previo aviso... en la escalera del metro!
vaya tela, que pena de ayuntamiento.... en fin, despues no queremos que nos digan cosas a los del sur, pero es que hacemos cada cosa.....
ResponderEliminar